En el año 80 d.C., el emperador Tito inauguró en Roma el mayor teatro romano del mundo, el Coliseo. Fue un derroche de espectáculo y violencia que duró 100 días. Con la muerte de Nerón el año 68 d.C. también lo hizo la dinastía Julio Claudia, dando paso en el 69 d.C., con Vespasiano, a la Flavia.