Al llevar a Amy a lugares tranquilos, el viaje a un museo los prepara para lo peor; el interés del Doctor se despierta cuando ve un cuadro de una iglesia hecho por Vincent van Gogh. Lo que pasa es que el Doctor encuentra una cara en la ventana de la iglesia; y no es una cara bonita, es una aterradora, oscura y curiosa con un pico y ojos malévolos. El Doctor conoce la maldad cuando la encuentra y esta cara definitivamente lo es; podría ser una amenaza para aquel que haya pintado esta cara en la iglesia. La única cosa que calmará los nervios del Doctor será un viaje en la TARDIS a 1890 para que este pueda averiguarlo a través del mismo artista.