Cuando Kino se entera de una tierra donde los viajeros son rechazados, deciden visitarla de todos modos y experimentar por sí mismos la actitud de la gente. Sin embargo, para su sorpresa, los habitantes son extremadamente amables y acogedores, y Kino pronto se siente como en casa entre ellos. Y cuando se hacen amigos de Sakura, una chica que le recuerda a Kino a su yo más joven, Kino comienza a preguntarse si, por una vez, deberían quedarse más de los tres días habituales.