Hace sesenta años, los invasores nazis de Noruega vieron una oportunidad perfecta para promover el programa "Lebensborn" de Himmler, alentando a sus soldados a tener aventuras con mujeres noruegas, a menudo con rasgos arios, y engendrar "hijos racialmente superiores". Después de la guerra, las niñas fueron enviadas a prisiones y asilos.