Las chicas del grupo de Principiantes deciden ayudar a Jiseul mientras ella está hospitalizada, cubriendo sus turnos de trabajo. Mint descubre que Jiseul estaba dispuesta a ensayar aun en su complicada situación y se siente mal por haber sido tan dura con ella. Sin embargo, Jiseul no sabe apreciar el gesto de las muchachas y, dominada por su orgullo, les espeta «No tengáis lástima de mí».