Mientras la Guerra Fría está en pleno apogeo, el comisionado Laurence se verá envuelto en un asunto de espionaje con la Unión Soviética. Los ballets rusos que vienen a bailar a los teatros de la ópera de Lille han sido robados por espías y microfilmes ultrasecretos. Laurence acepta ayudar a los servicios secretos franceses y disfrazarse... de mujer para sustituir al secretario de la ópera asesinado. Marlène se compromete a enseñar a “Brigitte” todos los secretos del alma femenina, lo que no será una tarea fácil. En cuanto a Avril, esta “Brigitte” le parece particularmente antipática. Pero, sobre todo, ¿no lo ha visto ya en alguna parte?