Émilie Beauregard, de 60 años, es la rica propietaria de un hotel de lujo en Le Touquet y ofrece masajes y baños de algas a sus clientes. Cuando Émilie decide casarse con Adrien, un masajista de 30 años, guapo como un dios, se desatarán las malas lenguas. Eve, la directora del hotel que adora a Émilie, predice que todo acabará mal. Pero cuando Émilie muere envenenada, todas las sospechas recaen sobre el joven marido, único heredero de la víctima. Todos... Excepto Laurence, que odia las soluciones demasiado obvias.