Maurice contrata a unos pirotécnicos para que preparen unos espectaculares fuegos artificiales en el día de los presidentes, pero Adam resurge del bosque con la intención de hacerle cambiar de idea como sea. Y es que, según Adam, los D'Angelo, los expertos pirotécnicos, tienen conexiones con la mafia y trafican con armas. Cuando Maurice se niega a escucharle, Adam decide sabotear la celebración. Mientras tanto, Ed es golpeado por un rayo, e intenta buscar una señal del cielo en semejante acontecimiento.