Sara se levanta en la comisaría de policía y se encuentra con Bruno y Sammy, que han ido a entregarle la tarjeta de memoria. Sara no puede creer lo que ve. Tras el desliz de la noche anterior, Mélanie se queja a Salomé, que saca a Sara del caso. No obstante, Sara sigue hurgando en el pasado de Mélanie y descubre algo que la lleva hasta la persona que secuestró a Kimmy.