Matsuri cumple un antiguo oficio: exterminar ayakashi malvados. Él y su amiga Suzu siempre pudieron verlos, pero aunque su familia se dedica a lidiar con ellos, ella es una chica normal con la capacidad de verlos. Cuando un ayakashi gato con aspecto inofensivo se fija en Suzu, la vida de Matsuri cambia por completo.