Mientras los candidatos están abrumados por el equipo juvenil, Fukuda les echa sal en la herida al contarles una información. Incapaz de recuperarse del susto, el equipo candidato permite más goles al equipo juvenil, convirtiéndolo en un partido de un solo lado. Mientras sus compañeros de equipo se sienten completamente vencidos y pierden su espíritu de lucha, Ashito, que aún siente el dolor del ataque de Akutsu, comienza a perder la voluntad de luchar.