Claire se despierta un día y se encuentra encadenada en un sótano. ¡Su horror se amplifica cuando descubre que su captor es su propia madre! Helen le asegura a Claire que la situación es necesaria y "por su propio bien". Y para aumentar el terror de Claire, en los días y las noches siguientes se ve acosada por apariciones extrañas y experiencias aterradoras, encontrándose en un equilibrio precario entre la realidad y la locura, y finalmente obligada a enfrentarse a una verdad oscura.