Christine Painter es una madre soltera que trabaja como camarera, se saca un dinero extra alquilando dos pisos que tiene en su poder. Como nunca puede pagar a su casero porque sus inquilinos nunca le pagan a ella, Christine acaba por dejar que su casero se cobre en especies. Cuando una de sus inquilinas se marcha, ella decide incorporarse al negocio, hasta que gracias a un par de locas aventuras abre un burdel en las afueras de la ciudad.