Francis Jacobs es un apasionado de la jardinería y un padre viudo que vive feliz en Cornualles con su hija Isabella, una virtuosa del piano desde los tres años, afición heredada de su madre. Nina Philipps acaba de llegar para hacerse cargo del hotel que ha heredado de su tía y les conoce por casualidad, congeniando enseguida. Un día, un accidente de tráfico deja sorda a Isabella, truncando su sueño de convertirse en una pianista profesional. Francis convence a la dulce Nina para que le enseñe a expresarse en la lengua de signos. Isabella responde bien y los tres se unen cada vez más, para disgusto de Natalie, la novia de Francis, que hará lo posible por separarles.