Eve Robbins, desequilibrada por las infidelidades de su marido, encadena a éste en el sótano de su vivienda y denuncia su desaparición al inspector Grant de la policía local. Un mes después de que esto sucediera, el inspector descubre que el desaparecido ha regresado a su hogar aunque, inexplicablemente para él, ahora es la señora Robbins quien se ha ausentado de la ciudad.